Si tu abuelo por parte de madre era calvo, tú también lo serás. Asúmelo. (Eso dice la ciencia)
¿Es del todo así? ¿La calvicie es 100% inevitable y culpa de la genética?
Por desgracia, el componente genético juega un papel importante en la caída del cabello.
El tema no es exactamente como hemos mencionado arriba, pero sí es verdad que los antecedentes familiares son importantes para conocer las atenciones precoces que debemos brindar a nuestro cabello.
Si bien es cierto que la genética en la pérdida de cabello tiene mucho de verdad, también mucho de mito.
¿Si mi padre es de pelo pobre yo lo seré irremediablemente?
Cuando nacemos, recibimos infinidad de información genética proveniente de generaciones anteriores, no solo de nuestros padres. Algunas características se manifiestan, otras, no.
En la mayoría de enfermedades, hay que atender a dos factores: el genético y el ambiental. El genético es la presencia de genes que pueden fomentar su aparición, pero se ven condicionados por las condiciones ambientales. Es decir, cómo vivamos.
No es lo mismo llevar una apacible vida contemplativa en una casa de campo, que ser un estresado ejecutivo de la gran ciudad, por poner un ejemplo muy básico.
Por tanto, la genética tiene parte de culpa de la caída del cabello y de la alopecia, pero no toda.
Entonces…
¿Qué condicionantes conforman la caída del cabello?
Existe una serie de condicionantes que favorecen la caída del cabello. Entre ellos, los más destacados son:
- Malos hábitos: Fumar, beber, mala alimentación… estas malas costumbres hacen que nuestro estado de forma general empeore, afectando de forma particular al pelo.
- Peinados inadecuado: Recurrir mucho a trenzas, colas de caballo, exceso de peinado y gomina… afectan de forma irremediable a la elasticidad y resistencia de tu cabello.
- Tratamientos médicos: Ciertas pastillas, la quimioterapia, algunos suplementos de gimnasios con testosterona o anabolizantes… producen caída de cabello. Consulta con tu médico cómo encontrar una solución.
- El estrés y la ansiedad: Los episodios estresantes de nuestra vida provocan una pérdida continua de cabello.
Si percibes que el pelo se te está cayendo más de la cuenta o notas que empieza a retroceder en la frente, es hora de que le pongas remedio.
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